Oncólogo declaró que este jugo previene el cáncer, cura la gastritis, diabetes y el hígado

La papa es una de las hortalizas que más se consumen en todo el mundo, no sólo por su versatilidad en la gastronomía sino porque es una fuente de nutrientes esenciales que le brindan beneficios al organismo.

Un 75% de su composición es agua, pero también contiene almidones, antioxidantes y otra variedad de sustancias que le confieren interesantes propiedades.

En el aspecto culinario suelen utilizarse cocidas, ya sea incorporadas en sopas o preparadas en puré y otras recetas deliciosas.

No obstante, a nivel medicinal se utilizan en su estado crudo, casi siempre en jugo, ya que es la mejor forma de obtener al máximo sus bondades.

De hecho, muchos lo incorporan en sus planes de alimentación, ya que es una gran alternativa para prevenir y tratar varias enfermedades.

1. Actúa como antiinflamatorio

El jugo natural de papa cruda tiene poderosos compuestos antiinflamatorios que lo convierten en un remedio natural contra los dolores en los músculos y las articulaciones.

Añadirlo en la dieta controla los desequilibrios en los procesos inflamatorios del cuerpo y, de paso, ejerce un efecto analgésico que proporciona alivio ante diferentes tipos de dolores.

2. Estimula la desintoxicación

Los compuestos antioxidantes que se concentran en esta bebida natural son útiles para estimular la eliminación de los desechos que se quedan retenidos en el hígado, el colon y los riñones.

Su aporte de fibra, vitaminas y minerales esenciales mejoran los procesos que se encargan de filtrar la sangre para remover las toxinas que viajan a través del torrente.

Por otro lado, es libre de colesterol y promueve la buena circulación hacia todas las células del cuerpo, lo cual es clave para prevenir el envejecimiento prematuro.

3. Fortalece el sistema inmunitario

Los compuestos del zumo de papa cruda son de naturaleza alcalina y, tras ser absorbidos, controlan el nivel de acidez en la sangre.

Estas propiedades equilibran el pH natural del organismo y disminuyen el riesgo de desarrollar varios tipos de enfermedades crónicas que suelen darse en ambientes ácidos.

También aporta cantidades significativas de vitamina C, un nutriente asociado con la construcción y el fortalecimiento del sistema inmunitario del cuerpo.

4. Combate la gota

Consumir dos vasos de jugo de papa todos los días es un remedio útil para los pacientes con acumulación de cristales de ácido úrico en sus articulaciones.

Sus antioxidantes estimulan la limpieza de esta sustancia retenida en los tejidos del cuerpo, evitando que genere inflamación y dolor.

Además, dado que promueve la limpieza renal, su ingesta previene la formación de piedras y obstrucciones.

5. Combate la indigestión

Tanto la indigestión como el reflujo ácido pueden combatirse con una pequeña cantidad de jugo de papa cruda.

Basta con tomar un par de cucharadas después de cada comida para disminuir: La sensación de pesadez, el exceso de producción de jugos ácidos, la inflamación e incluso, muchos lo utilizan como terapia alternativa para la gastritis, las flatulencias y las úlceras estomacales.

6. Protege la salud cardiovascular

Por su capacidad para mejorar la circulación de la sangre y regular los niveles de colesterol, esta bebida orgánica también es una gran aliada de la salud cardiovascular.

Al ingerirla disminuye la inflamación, se optimiza el trabajo del corazón y se reduce el riesgo de padecer patologías crónicas como la hipertensión y la arteriosclerosis.

7. Aumenta los niveles de energía

Las personas que consumen una pequeña cantidad de este jugo natural tienen un aumento en su rendimiento físico y mental durante la jornada.

Sus almidones y fibras naturales aumentan el gasto energético y contribuyen a mejorar la productividad.

¿Cómo preparar jugo de patata cruda en casa?

Para preparar este jugo natural tan sólo necesitas dos o tres patatas maduras, sin brotes o puntos negros, ya que estos pueden resultar tóxicos por su contenido de solanina.

Ingredientes

3 papas

1 vaso de agua (200 ml)

Preparación

Pela las papas, córtalas en varios trozos y mézclalas con medio vaso de agua en la licuadora.

Tras obtener una bebida sin grumos, divídelo en dos tomas (de medio vaso cada una) y consúmelo por la mañana y por la noche.

De forma opcional puedes pasar la hortaliza por un extractor de jugos para no tener que combinarla con agua.

Siempre beber el jugo recién exprimido, y si no te gusta el sabor, se puede mezclar con jugo de limón, zanahoria, manzana y miel.

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